miércoles, 24 de diciembre de 2008

Galimatias

Si una vez lo hice, otra vez lo haré.
Tu me imbuiste.
Yo lo asimilare.
Pues si esta vida, no olvido.
La otra menos olvidare.
Que si desasosegada estoy.
Menos desasosegada estaré.
Si mis impulsos controlo.
La vida controlare.
No hay vida que controle, si esta vida no intuyo.
Pues esta vida es un caos.
Y con ella sobrevivire.
No hay peor pesar.
Que el no saber, que pensar.
Pero, si a bien nos toca.
No hay pensar que nos disloque.
Que esta vida aun sin querer vivirla.
Es, la que nos toca.
Y feliz me comporto, con tal que me conforte, tal dislocado enfoque.
De este vivir del disloque.
Pero si un día me paro.
La vida de otra manera se me presentara.
Y entonces disfrutare, de estas palabras dispares.
Que a mi vivir enlentecen.
Y de ellas me enloquecen.
Pues sin ellas me enlentecen.
En este vivir sin pensar.
Ya, no pensare en ellas.
Pues ellas serán yo.
Y yo, ya no seré sin ellas.
Pues ellas serán yo.

Ocasion

Menos mal que en esta vida todo lo hago temprano.
Temprano me levanto.
Temprano evoco.
En fin, entre muchos tempranos.
Yo, vivo.
¡Y de que manera!
¡Huy! de infinitas.
Tengo tiempo para versificar.
Eso sobre todo.
¿Alguien se ha levantado con la poesía por montera?
Pues yo si.
¡Y divierte!
Barres en verso, friegas en verso, dispensas en verso.
Luego la vida es un verso.
¿Y que vida sera?
Esa que tu compones, con tan maravilloso estribillo, de mil amores.
¿Sera esa vida insegura?
Sera, esa que enalteces de mil funciones.
Y con ella entretienes en mil ocasiones.
Luego, esta vida es.
La que tu compones.

Jamon 2008

Este año el jamón, me ha alcanzado por ventura.
¿Que puedo decir de el?
Pues, que es un niño gordo, exquisito, apetitoso.
¡Es!
Un deleite, con un puntito, de un no se que.
Pero indudablemente que se paladea, que se retiene y que casa con un buen tintorro.
La alegría la tenemos asegurada.
La inventiva también.
Y entre trocitos de ese manjar, magro y apetitoso, nos deleitamos en reconstruir o en evocar recuerdos perdidos, en ese deambular por este mundo tan prosaico.
Podemos contarlo.
Pero, como expresar un estomago expectante, unos ojos dilatados, en ese reconocimiento de un corte exquisito.
Eso, amigos o se prueba o ni en mil años se expresa.
Sigo diciendo.
¡Viva el jamon y el vino que lo enaltece!
Feliz navidad.

sábado, 13 de diciembre de 2008

La perrita

Cuando el mundo duerme.
Ella duerme.
¡Pobres ojos expectantes!
Pobre Zahara, ella siempre espera.
Sus orejitas a la escucha, como antenas moviles.
Queso, queso.
Jamón, jamón.
Siempre expectante.
Quieta Zahara.
Ahora si, ahora no.
Ella es "impasible"
Pero.
¿Que dices?
De eso nada.
¿Eso crees?
Ella es "alerta."
Ella es "rápida."
Todo oídos, todo olor.
Inclina su cabeza mendicante, implorante.
Se parece a los gitanos.
"Una limosnica por favor"
Te demanda, una cortecita, un trocito de salchichón, al final la atiborras.
Y ella te da de vez en cuando algo.
Una pelota perdida, una hoja seca o simplemente un seguimiento atrevido y suicida.
Pero nunca se queja.
Siempre te sigue.
Siempre te implora, por una miseria de cariño.
¡Que hay!
Bonita Zahara

Oda al jamon

¡Que tristeza!
Sola se queda Fonseca y en el hueso el jamón.
Con cuanta alegría se le recibe.
¡Ha llegado el jamón!
Los amigos se reunen, se empieza a preparar el jamonero, los utensilios.
Un gran despliegue de alborbolas.
Que marca.
Que cinco jotas.
Que tocino.
Esta en su punto.
Anda, empieza a cortarlo.
Abrir el vino.
Brindemos.
¡Niño! cortalo bien, no tan gordo, a trocitos pequeños.
Se van pasando los platos.
¡Comed!
Que se corta mas.
¡Bebed!
Que no falte la alegría.
Y así un día y otro, hasta que llega un momento, que lo miras y dices.
Como ha adelgazado, la grasa ya no chorrea.
¡No le queda!
La poca carne, son pedacitos pegados al hueso.
Un manto lo oculta, se averguenza, no quiere mostrarse.
Solo se le ve la pezuña.
¡Aun desprende aroma!
No te preocupes, ni te averguences.
Ese dulce aroma sera tu esquela.
Tu réquiem cantinpace en los numerosos pucheros.
Y siempre se dirá.
¡Que jamón!